¡No leer!


Del interior de la caja saqué máquina de escribir, hojas y una rosa mágica. Frenético, sin pausas, escribí un cuento que debía mantener en secreto para que la rosa ejerciera su poder sobre mi amada, que volvería con sus pechos plenos de días felices.

Casi al finalizarlo, cuando escribí El amor de mi vida nunca volverá... supeque la rosa jamás rezumaría fragancias mágicas. El amor de mi vida nunca volverá y una angustia incontenible y eterna ascenderá por mi pecho y brotará por siempre de mis ojos porque tú, curioso lector, a pesar de las advertencias, no puedes detenerte y sigues leyendo mi cuento secreto, condenándome a la agonizante infelicidad que sufriré mientraspueda resistir esta congoja fatal que en este mismo instante empieza a matarme.

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