Si usted quiere vivir como un mediocre deténgase en esta entrada de bitácora, que yo los conozco de sobra. Hará una inversión muy lucrativa, apenas unos minutos de su ocupada vida por un futuro sin riesgos.
Si usted quiere ser un mediocre no tenga vergüenza de soñar grandezas, porque el sueño es fácil de lograr, alcanza poner la cabeza sobre la almohada y dormir. Pero no proyecte realizarlos ¡Ni lo piense!
Lo que distingue al ser inferior del supremo es que el último piensa los sueños, los planifica y pone el tesón y la oblonga parte del cuerpo que hay que poner para convertirlos en historia. En el otro extremo está el chabacano, el de miras estrechas, ese ni sueños tiene el pobre. El mediocre es un caso intermedio. Piensa, imagina, pero no tiene las partes del cuerpo bien adheridas para llevar a cabo los brotes de su imaginación.
Si usted quiere ser mediocre no se anime. Si nunca se anima jamás será peligroso, su actitud no amenazará a nadie. Todos confiarán en usted y lo dejarán tranquilo. Su vida será pacífica, tal vez un poco monótona, pero pacífica. Incluso puede que lo quieran un poco y tendrá un puesto seguro en el trabajo de lunes a viernes de 8 a 16, lo que no está mal. De todos modos, si lo piensa bien ¿qué significa progresar? Apenas es una visión que el conjunto de la sociedad tiene sobre usted. Y, seamos sinceros, todos somos individuos únicos e irrepetibles ¡Qué importa lo que digan los demás!
Si usted quiere ser mediocre confúndase en el entorno, piense más o menos lo que otros. Pero a la vez trate que todas esas cosas que desprecia en los demás, en usted luzcan como valiosas virtudes. Todos sabemos que las personas son fanfarronas egoístas, en cambio, lo que uno tiene es mucha personalidad.
Ni se le ocurra amar si quiere ser mediocre. Apenas limítese a tener evacuadoras simpatías. Si se entrega totalmente a alguien es posible que ese alguien lo descubra. Recuerde que su fachada es una fabricada por un mediocre y que la persona que intentará amarlo acabará conociéndolo de verdad.
Aíslese, construya circunspectas barreras a su alrededor para que nadie descubra su incapacidad de forjar profundas amistades. Es mejor que todos crean que usted es reservado. El misterio, aunque sea ficticio, siempre suma; pero no abuse, en lo demás sea sincero, total no le costará mucho ya que no habrá casi nada que ocultar. Recuerde que en el cardiograma de la vida, la suya dará plano.
¡Venga, sea mediocre, que yo los conozco de sobra! Ahora mismo estoy caminando sus pasos.
Si usted quiere ser un mediocre no tenga vergüenza de soñar grandezas, porque el sueño es fácil de lograr, alcanza poner la cabeza sobre la almohada y dormir. Pero no proyecte realizarlos ¡Ni lo piense!
Lo que distingue al ser inferior del supremo es que el último piensa los sueños, los planifica y pone el tesón y la oblonga parte del cuerpo que hay que poner para convertirlos en historia. En el otro extremo está el chabacano, el de miras estrechas, ese ni sueños tiene el pobre. El mediocre es un caso intermedio. Piensa, imagina, pero no tiene las partes del cuerpo bien adheridas para llevar a cabo los brotes de su imaginación.
Si usted quiere ser mediocre no se anime. Si nunca se anima jamás será peligroso, su actitud no amenazará a nadie. Todos confiarán en usted y lo dejarán tranquilo. Su vida será pacífica, tal vez un poco monótona, pero pacífica. Incluso puede que lo quieran un poco y tendrá un puesto seguro en el trabajo de lunes a viernes de 8 a 16, lo que no está mal. De todos modos, si lo piensa bien ¿qué significa progresar? Apenas es una visión que el conjunto de la sociedad tiene sobre usted. Y, seamos sinceros, todos somos individuos únicos e irrepetibles ¡Qué importa lo que digan los demás!
Si usted quiere ser mediocre confúndase en el entorno, piense más o menos lo que otros. Pero a la vez trate que todas esas cosas que desprecia en los demás, en usted luzcan como valiosas virtudes. Todos sabemos que las personas son fanfarronas egoístas, en cambio, lo que uno tiene es mucha personalidad.
Ni se le ocurra amar si quiere ser mediocre. Apenas limítese a tener evacuadoras simpatías. Si se entrega totalmente a alguien es posible que ese alguien lo descubra. Recuerde que su fachada es una fabricada por un mediocre y que la persona que intentará amarlo acabará conociéndolo de verdad.
Aíslese, construya circunspectas barreras a su alrededor para que nadie descubra su incapacidad de forjar profundas amistades. Es mejor que todos crean que usted es reservado. El misterio, aunque sea ficticio, siempre suma; pero no abuse, en lo demás sea sincero, total no le costará mucho ya que no habrá casi nada que ocultar. Recuerde que en el cardiograma de la vida, la suya dará plano.
¡Venga, sea mediocre, que yo los conozco de sobra! Ahora mismo estoy caminando sus pasos.
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